viernes, 20 de febrero de 2015
¿Sigues planeando tu futuro?
Tienes 27 años y piensas: ¿cuándo voy a poder ser autosuficiente?, ¿cuándo voy a depender sólo de mí mismo? Pues bien, expliquemos como hemos llegado aquí.
Retrocedamos en el tiempo. Cumples 19 años y te vas a estudiar fuera. Tienes unas expectativas que parecen asequibles: quieres terminar la carrera, encontrar un trabajo, conservar los amigos... Pero pasa el tiempo y por unas o por otras debes empezar a trabajar para pagarte los estudios y el piso. Empiezas a darte cuenta que algunas de las expectativas que tenías empiezan a verse cada vez más lejanas.
Encuentras un trabajo pero no es de lo que estás estudiando. Sientes que no es eso lo que quieres hacer pero no te queda más remedio. Personas que entran en tu vida, personas que salen de ella... pero nada te llena plenamente.
El trabajo que tienes te da dinero para poder tirar adelante y algún otro capricho, pero sigues sintiéndote vacío por dentro. ¿Qué haces?. Nada. Sigues adelante pero no puedes tirar con todo. Trabajo, estudios, actividades, limpieza... Todo se te acumula y no ves tiempo para ti. Decides hacer lo que menos te conviene; dejar los estudios para poder seguir adelante. Error implacable, y más en estos tiempos que corren. Pasa tu vida por delante y no sabes hacia donde vas.
Decides cortar con ciertas cosas cuando ya es demasiado tarde, pierdes el empleo y vuelves a casa. No te queda nada, más que algo de dinero para gastos y tu familia que te acepta de vuelta. Algo es algo, piensas, pero no sabes todo lo que queda por venir.
Cuando lo das todo por perdido, te das cuenta que no puedes seguir hundiéndote porque has tocado fondo en todo lo que corresponde a tu vida. Ya sólo te queda impulsarte desde abajo y saltar con todas tus fuerzas. Consigues entrar de nuevo en la Universidad y empezar algo nuevo, algo que te llene. Quieres dar dirección a tu vida y, chicos, cuando menos te lo esperas, conoces a alguien que te hace mirar la vida de otra forma.
Cada día empieza a parecer otro, empieza a tener un poco de sentido. Encauzas cada uno de tus actos en ser mejor persona, en querer ser mejor que antes. Estudias con todas tus fuerzas y quieres mostrar tu mejor YO a la gente. Ves que cada acción que haces ahora, la haces con intensidad y con vigor. Tienes el apoyo de alguien que, a pesar de tener sus propios problemas, siempre está ahí para ayudarte.
Hay personas que te hacen sentir que vuelas y que no necesitas alas para llegar a lo más alto. No tienes casa propia, no tienes como sustentarte tú solo pero, sin lugar a dudas, sabes que junto a esa persona vas a ser capaz de cualquier cosa. Tienes un apoyo y esa persona también lo tiene contigo. Sentir que tienes a alguien que no te da de lado, a pesar de conocer tus defectos, y que sabe lo que es importante para ti, te ayuda a que consigas todas tus metas.
Por eso, amigos, aunque no veáis el final del túnel y creáis que no vais a poder salir de esa oscuridad, no os rindáis porque un buen apoyo siempre ayuda a salir de cualquier obstáculo. Sólo espero que podáis encontrar ese apoyo con el que ver tu vida desde otro punto de vista y empezar a tener ganas de vivirla al máximo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario